El 2022 ha sido un año de contrastes debido al panorama político y las tendencias macro económicas, incidiendo en los movimientos y las dinámicas del sector. El incremento en las tasas de los créditos, el comportamiento de las monedas extranjeras y el control de la inflación han tenido una participación clave dentro de la industria inmobiliaria. Debido a esto, muchas incógnitas se han presentado.
En el primer semestre del año 2022 el sector arrendamiento ha presentado una baja en ofertas de inmuebles del 50%, algunos de los factores que han ocasionado una escases significativa en las ofertas han sido: menor construcción de vivienda (culminada). Medellín solo pesa el 25% (antes el 66%) y este fenómeno se extiende a municipios como Envigado, Sabaneta, Itagüí y La Estrella, distinto a municipios como Bello (13 años atrás, este municipio solo construía alrededor de 600 viviendas / año, ahora ha aumentado la cifra a 6.000 promedio). Plazos más largos en venta y entrega de proyectos, sumado a retrasos por pandemia (a la fecha solo se han entregado cerca de 6.000 unidades). Disminución de la cantidad de habitantes por hogar (3,2 personas hoy vs. 3,6 en otros años). Incremento de la vivienda unipersonal en un 18% (2018) vs. 8% (2005).*Cifras DANE. Cambios en la oferta inmobiliaria; ventas vs. alquiler. Otros: Aumento de costos operativos co-propiedades y por efecto, aumento de canon y de valor de vivienda (inflación). Más dinero en circulación, estándares crediticios (capacidades de compra en aumento), crecimiento económico (salarios más altos, aumento de demanda) y regulaciones gubernamentales, entre otras variables.
La vivienda turística es un frente del negocio inmobiliario que ha venido aumentando su demanda de manera exponencial en los últimos años, a razón de dos aspectos claves:
Las viviendas turísticas cada día son más populares entre los inversores del sector inmobiliario, donde ven rentable brindar servicios de alojamiento a corto plazo, con todas las comodidades que pueden encontrarse en un hotel.
Por lo general, estos proyectos ayudan e incentivan a que los promotores adelanten las construcciones y también la operación y comercialización turística de las unidades residenciales. Esto gracias a anteproyectos de propiedad horizontal, con propietarios individuales en las unidades o con esquemas fiduciarios que sean dueños de la totalidad del edificio.
“En estos casos generan economías de escala, traduciéndose en mayores oportunidades de rentabilidad de la inversión inmobiliaria, en menores costos de las tarifas de colocación de los apartamentos y en la generación de ingresos para la copropiedad, que disminuyen el valor de las expensas de administración”, precisó Jacques Simhon, Socio de CMS Rodríguez-Azuero.
En el primer semestre del año 2022, hubo un incremento de 8%, en los clientes buscando inmuebles en arriendo vs el mismo periodo del año anterior, mientras que la venta de inmuebles de alto valor disminuyó notoriamente. "Se espera que esto continúe con la misma tendencia para lo que resta del año, generando una oportunidad interesante de compra de vivienda usada para inversionistas inmobiliarios”, aseguró Laura Camargo, CEO y cofundadora de la plataforma para venta y compra de inmuebles BRIKSS.
Sin dejar de lado la venta de propiedades nuevas en la que, según informe de la Cámara Colombiana de la Construcción (Camacol), donde indica que en el primer semestre del 2022 se vendieron en Colombia 127.218 viviendas nuevas; esto representa un crecimiento de 2,5 % frente al mismo periodo del año anterior. Estas ventas han representado una inversión que llega a los $27,1 billones, lo que muestra por qué sigue siendo un mercado en ascenso.